miércoles, 4 de marzo de 2020

Cómo ser Artista Influencer y no morir en el intento (reflexiones)


 ¡Hola de nuevo!

Pues no me da la vida. 😅

Sigo muy atareado renovando mi portafolio; Después de varios años sin dibujar, he comprobado que mi destreza había menguado preocupantemente, y mi estilo necesitaba ser revisado con urgencia. Los artistas somos así, insatisfechos por naturaleza. Poco a poco ya voy cogiéndole el punto otra vez (esto es como ir en bici...) así que, vamos por buen camino. 

También sigo puliendo mi primera novela escrita (ya está terminada desde enero pero toca revisar y corregir), y rumiando ya la segunda... y tercera. 

Y luego está el tema de las redes sociales. 

Y es que la vida del "influencer" (o "influensar", que diría la genial Cristina Fenollar) es muy dura y desagradecida. En todo este tiempo que he estado "ausente del mundo", internet ha seguido evolucionando. Y es que internet no espera, a internet le da igual si estás de bajón, de subidón, de retiro espiritual, o de vacaciones en Wuhan. Internet cambia cada (puñetero) día. 

En esta profesión (y en todas, supongo), no importa tu trayectoria, tus estudios, ni tus logros anteriores, importa la cantidad de followers que tienes. Ese es nuestro currículo. O eres visible en las redes, o no existes

Y claro, ponerse al día es un volumen de trabajo descomunal: alimentar el feed (o sea, el blog), interactuar en Twitter, actualizar Instagram, compartir en Facebook, subir contenido a YouTube, poner "pines" en Pinterest, aportar valor (que no se note que estás haciendo auto-promoción de toda la vida...), entender el (cambiante) algoritmo de Google, estar al día de las nuevas condiciones de YouTube, Amazon, Google y demás para no infringir sus normas, aprender SEO (posicionamiento en buscadores) para no quedar demasiado detrás de tus competidores, conocer las mejores etiquetas, hashtags, y keywords (palabras clave), postear a las horas de máxima audiencia (que en cada red social es diferente, por supuesto), hacer Like en todo lo que se mueve, ofrecer constantemente tus servicios cual vulgar meretriz, tratar de destacar entre millones de artistas mejores que tú, y un eterno y desesperante SEO-etcétera. La rueda gira y como no te subas, te aplasta sin compasión. 

Todo esto consume una cantidad monstruosa de tiempo y de energía. 

Pero aquí estamos, inasequibles al desaliento (por cierto, siempre se usan juntas estas dos palabras, pero nunca por separado...), poniendo buena cara al mal tiempo (otra bonita frase hecha), y luchando. Sin tregua. 

Regurgitado todo esto, os dejo con algunas de mis últimas ilustraciones (las podéis ver adornando este post por arriba y por abajo, y como me descuide también por los lados). Renovando mi portafolio, como os decía al principio... 

¡AH! casi se me olvida recordaros que ya hace unos mesecillos que voy subiendo vídeos a mi canal de Youtube, por si os queréis pasar (suscribiros, ¡porfa!) 
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¡Feliz semana!





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